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Cuando pasa el tiempo, y dejas de ver los kilómetros, cuando dejas de querer impresionar, cuando eres realmente autentico contigo mismo, tanto en tus acciones como en lo que has dicho, cuando no importa si la ruta esta lejos o cerca de casa, no importa si son miles de km o solo una salida dominguera, cuando te das cuenta que las marcas y todo alrededor solo es vanidad, y que lo único que importa es el espíritu de lo que haces, ahí es cuando realmente encuentras lo que verdaderamente importa.
Pasa el tiempo y nosotros cambiamos, evolucionamos, nos afianzamos, seguimos en este interminable pasar de los días, siempre relativo, siempre a disposición del tiempo. Cosa curiosa el tiempo, a veces un momento es un abrir y cerrar de ojos, a veces una eternidad. Mientras viajo en moto el tiempo tiende a ser ambas cosas, pasa rápido porque lo disfruto, y a la vez, pasa lento para llegar a donde planeo.
Este año, me he dado a la tarea de cumplir una de mis metas de cuando era un niño, una simple tarea, con implicaciones grandes: Subir montañas, sencillo en el papel, no tan sencillo en la realidad.
Me explico, siendo un novel en el montañismo he tenido que aprender desde cero prácticamente todo, y es fecha en que claro, sigo siendo novato y por lo mismo tengo que tener mas precauciones aun. Continuando con la idea, en este periodo de tiempo que he pasado en las montañas, me he dado cuenta de una similitud con el motociclismo, el tiempo pasa de manera diferente, puedes tener todo el día para hacer lo planeado, pero antes de que te des cuenta, ya pasaron 3 horas, y sin embargo, el tiempo parece que esta detenido, curioso que ambas actividades tienen esa similitud.
La historia comienza en la anécdota contada AQUÌ, pero mas allá de eso, quiero contarles un poco de lo que he estado haciendo estos últimos meses, las metas son claras, combinar dos actividades consideradas de riesgo, Montañismo, y Motociclismo. Todo un reto sobre todo si consideramos como se practican ambas disciplinas. Ambas son desgastantes de diferente forma, en ambas te cansas, y por supuesto ambas tienen sus diferentes situaciones muy particulares, y debo decir que no ha sido poco el quebradero de cabeza para poder solventar ambas actividades.

Desde saber que equipo elegir, ya que ambas disciplinas requieren materiales específicos, planear dos rutas, una por carretera y otra siendo la montaña, el tener que malabarear con las cosas en un espacio tan reducido como es la moto. Sigue leyendo